He vuelto a Navegar por las Entradas que dieron Origen a este Blog. He vuelto a leerme… Y, lo reconozco, me ha dolido. Me ha dolido recordar que estaba Rota. Deshecha. Destruida. Que solo era Carne. Y hueso. Que era un Desierto Oscuro.
Me ha dolido ver lo que me hicieron. Lo que permití que me hicieran.
Nunca he querido olvidarlo. Porque, sin todo ese Tsunami, no sería quién soy hoy.
He vuelto a las Noches Sin Dormir. A dejar de Comer. A los "¡Qué guapa y que delgada estás!". A lo jodidamente horrible que me sentía por dentro.
He vuelto al Hospital. A aquella duermevela de luces parpadeantes en el techo, en la que sentí Paz por primera vez en meses.
He vuelto a Recordar que me quedé sin Corazón. Que el Cerebro hizo su función. Y que, con el paso del tiempo, fue mi Pulmón Izquierdo el que tomó el Mando, hasta que pude Reconstruir de nuevo mi Corazón.
¡Cuánto Pánico había en ese Corazón lleno de Tiritas de Colores y Cicatrices!
Sin querer, las Conversaciones tan Especiales que he tenido con Judith, en las últimas semanas, me han hecho regresar a aquellos instantes. A aquellos lugares. A aquel chico.
He vuelto a ser Elsa y a escuchar la Canción que convertí en Banda Sonora, cuando no soportaba sentir que se me había Muerto el Corazón.
Judith me pasó un Libro y… Fue enfrentarme a sus Páginas y sentir que era leer como mi propio Blog, en otras Palabras, en otro Formato… Pero el mismo Sentimiento de Destrucción y Sanación que había en mis Letras.
Es increíble cómo, una Chica tan Joven, es capaz de darme la Perspectiva Necesaria para ver muchos de mis Miedos de otro modo, desde otro enfoque. Bueno… En realidad… ¡Lo que es increíble es el concepto tan bonito que tiene Ella sobre mí!
Ya han pasado 6 años… Todo está aquí. En este Blog. Todo.
Los Unicornios, los Ruedines, los Relatos, los Dragones, los Vikingos… Todos los Elementos que me ayudaron a Volver a Ser. Todo lo que Soy. Todo lo que quiero seguir siendo. Todo lo que quiera llegar a Ser.
No sé… Hoy he amanecido temprano y, mientras desayunaba con “Got Talent” de fondo, un Bailarín superaba sus Miedos sobre su Físico, bailando en Soledad frente a una Gran Multitud.
He apagado la televisión. He encendido el Portátil y me he puesto a escribir.
¿Cuántos Miedos nos agarrotan el Cuerpo por dentro?
¿Cuántos Miedos nos obligan a No Ser?
¿Cuántos Miedos nos ocultan al Mundo? ¿Del Mundo?
Esta Semana he superado algunos Miedos Estúpidos con mi Coche Azul Eléctrico. Me he ido de Aventuras por Carreteras con Curvas; He conducido con zapatillas que no eran de lona; He superado dos días de lluvias con camiones que salpican…
¡Qué idiotez! ¿Verdad?
¡Pues no lo es!
Porque, tal y como lo veo… Y, tal y como lo siento, no importa el Tamaño de tu Miedo, porque tienes Miedo. No hay Miedos Grandes. Ni Miedos Chicos. Solo hay Miedo. Miedo a hacer algo que no te atreves.
Y, cuando lo haces, es algo similar a esa Cita de John Green, de su Libro “Ciudades de Papel”, que muy pocos entienden, pero que, si te ha pasado, la comprendes a la perfección:
Podríamos cambiarla por un “Tener Miedo es muy Difícil… Hasta que dejas de tenerlo. Y entonces es la cosa más jodidamente Fácil del Mundo.”
Dejar de tener Miedo es Fácil… Pero solo cuando has pasado por la Parte Difícil, por la del Precipicio, cuando has mirado al Abismo… Y hay una fracción de segundo. Una sola. En la que coges aire, respiras, te encomiendas a todas las Deidades del Universo, te despides en Silencio de Todo (hasta de ti mismo, por si acaso)... Y pasas por encima de la Parte Difícil. Vas de Puntillas por el Precipicio. Miras al Abismo y te sueltas un “¡Joder! ¡Se me van a romper todos los huesos”!. Respiras. Coges impulso. Y te lanzas contra el Miedo.
Ahí está. Lo has hecho. Vuelves a respirar. Te auto-felicitas con “¡Vale! ¡Pensé que iba a ser peor!”. Sí. Ahí está. La cosa más jodidamente Fácil del Mundo.
Pero… Sabemos que no lo ha sido, aunque, al final, lo parezca.
Hay Días que tengo Miedos. Como Todos. Y esos Días hago lo único que sé hacer: Cruzar la Parte Difícil. Pintar las Paredes del Precipicio. Echarle Gominolas a los Monstruos del Abismo. Respirar. Y cruzar al otro Lado. A veces, me estampo. Pero no me escucharéis quejarme. Sé que lo volveré a intentar y, en la siguiente ocasión, me pondré rodilleras, coderas y un paracaídas. A veces, triunfo sobre el Miedo. Y me hago una Fiesta con Espuma de Cerveza y Algodón de Azúcar.
Y escucho esta Canción porque... ¡Porque obvio que soy una Cabeza Loca!
Hacía demasiado Tiempo que no escribía tanto. Sé que tenía un Nudo entre los Dedos, en la Garganta, en el Estómago, en el Corazón… Desatado el Nudo, parece que las Letras vuelven a fluir, a acompañarme, a ayudarme, a verme… Desatado el Nudo, los Miedos siguen siendo Miedos… Pero Yo… Me enfrento a ellos.
PD: Me ha saltado esta Canción en el Reproductor... ¡Y me encanta! ¡Me toca el Alma!
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