- Es cierto, ¿sabes? Nunca he entendido la Complejidad de este Mundo. - Ni yo... Yo tampoco lo comprendo, a decir verdad... Lo he intentado. Te lo prometo. Pero... - Pero... ¿Qué? - Que... ¡Es Complicado! - Jum... - Jum... ¿Qué? - ¡Qué fuiste Tú quién lo creó! ¡Quién le dio Vida! - Pues... ¡Por eso mismo! - Emm... - Yo soy Complicado. Originé un Mundo Complicado. Complicado de comprender. De entender. Un Mundo Complejo. - Vale... ¡Espera un Momento! ¿Qué estás diciendo? - Hablo de cómo ocurrió Todo... - ¡Recuerdo ese Día! ¿Sabes? ¡Era la Despedida de Soltero de Gabriel! - ¿En serio? Yo... No... ¿De verdad? - ¡Sí! Te bebiste una Botella de Licor de Ambrosía... Solo... Tú solo... - ¡Vale! ¡Ahora Todo tiene Sentido! Asombrado por unas Consecuencias que no recordaba, Dios clavó su Mirada de Cristal Zafiro sobre Lucifer, que, un tanto irritado, por aquel Comportamiento Irresponsable, frunció los Labios en una mueca de desaprobación. - ¡Dios! ¡Les debes una Explicación