Aún recuerdo cuando mis Noches se vestían de Épica y
Acero y mis Sueños dibujaban Batallas de Dragones en la Infinidad de un Cielo
plagado de Estrellas…
Y ahora… El Tiempo, enfurruñado con la Humanidad, se
ha despedazado a sí mismo, dándonos una Lección que, tarde o temprano, como
siempre sucede, se perderá en la Historia.
Tiemblo...
Tiembla...
Tiembla mi Pluma, abrumada por los Deseos del
Alcohol… Tiembla mi Pluma y… Y no sé si soy Yo o este jodido Mundo el que se
tambalea…
Frío
Hielo
Escarcha
Tengo Frío. Mucho Frío. El Invierno… El Invierno se
ha vuelto temible, terrible e impredecible. Y ni el Fuego se siente rival ante
su hambre voraz…
Deliro...
¿Deliro?
¡Sí! ¡Deliro!
¡DELIRO!
Deliro...
Deliro… Debe ser eso… Deliro… Porque las Llamas se
elevan a través de las paredes, enroscándose en una Danza Infernal.
Deliro y no debí beberme hasta la última gota del
cuarto cuerno que se debilitó entre mi mano y mi garganta, entre mi garganta y
mi mano… Pero lo hice y aquí estoy, garabateando Palabras sin sentido en este
pergamino.
¿Sentir?
¿Qué siento?
Acaso... ¿He obligado a mis extremidades a hacerle
el amor a mi querido arco?
Sí. Rotundamente sí.
Lo confieso...
He obligado a mis extremidades a hacerle el amor a
mi querido arco, pero nada he sentido rozando su cuerda, acariciándolo... No
había mimo entre mis dedos... Solo un arma a la que aferrarse con la Locura
propia de un Náufrago abrazado a un madero... Dos desconocidos que se encuentran
en medio de la Noche y que tropiezan hasta unir sus cuerpos en el Vacío de los
Desesperados.
No era mi Corazón quién estaba en el centro de la
Diana, no era a mí misma a quién retaba, a quién suelo provocar en cada
entrenamiento... No... ¿Hacia qué Corazón apuntaban mis flechas?
¿Dónde está mi Cordura en esta Madrugada de Nieve?
¿Dónde los Demonios que se esconden tras los Miedos?
Porque soy blanco fácil de todos ellos...
Apenas...
Apenas… Apenas me acuerdo de quién fui, de mi
Antiguo Nombre, aquel que me unía a un Mundo que se suponía avanzado y
tecnológico y que, ahora no es más que una especie de Leyenda de luz eléctrica
y grifos con agua caliente.
Cambiamos…
¿Cambiamos? ¿De verdad?
Cambiamos...
Pero… ¿Lo hicimos tanto?
No… No lo sé…
A veces, pienso que jamás tuvimos Pasado… Que nunca
tenemos Presente... Que jamás tendremos Futuro...
Fdo: Kalwa
En Loarre, 12 de Junio de 2022.
Con suavidad, posó la pluma de penachos aguamarina sobre la mesa,
dibujando en la Nada una fina línea invisible que delimitase la Frontera entre
su Consciente y el más profundo de todos los Subconscientes en los que deseaba
hundirse. Poco importaba si su delicada punta dejaba una huella imborrable en
la superficie de ébano, pues la Oscuridad de la madera podría alimentarse de
las lágrimas de tinta que derramaba sin control. Apagando, durante una fracción
de segundo, la luz azulada que brillaba en su mirada ambarina, Kalwa dejó caer
sus párpados cansados, ocultando así las Palabras zigzagueantes que luchaban
por mantenerse en una misma línea recta. Letras Caóticas que habían perdido el
Equilibrio, de la misma manera que sus dedos habían perdido la compostura al
enfrentarse a las Páginas en blanco de su Diario.
Arrastrada por los acordes desafinados de una vieja canción, la dulce
voz de una niña se apoderó de las Tinieblas de su Mente, jugueteando entre los
escondrijos de sus Neuronas, hasta hacerse lo suficientemente fuerte, como para
dibujar aquellas manitas inocentes recubiertas de sangre, extendiéndose hacia
su propio rostro. Sintió la caricia pegajosa descender a través de sus
mejillas, recorrer su mentón con esperanza, hasta finalizar el camino en sus
labios, mientras buscaba una Sonrisa que supiese a Salvación.
Un rumor lejano no pudo competir con el estruendo que sonaba bajo su
pequeño pecho, mientras unos pulmones débiles se esforzaban por no sucumbir a
la tos que la sacudía sin escrúpulos, convirtiéndola en una diminuta muñequita
de trapo. Mimosa como la más amorosa de las Madres, la Dama de la Muerte besó su frente sudorosa, regalándole un
último suspiro inocente que se perdió en la Nana inventada que Kalwa susurraba
para enternecer un Adiós que no se merecía.
Tarde.
Habían llegado tan tarde...
Tan tarde que solo las Maldiciones Silenciosas de los Presentes
pudieron apaciguar el Dolor de la Huesuda que, tras improvisar una Lista de
Almas que no esperaba, dejó de pasear sus galas por el pueblo y, un par de días
después del ataque, lo abandonó para no regresar en un largo tiempo.
Poco importaron los Ruegos a los Dioses, mucho menos aún las súplicas
de los Caídos, pues hacía mucho que las Deidades se habían marchado para no
volver. Ya Nadie esperaba Milagros procedentes del Cielo y, a pesar de ello,
algunos aún pedían Clemencia. Aún rezaban, sin obtener más respuesta que las
Parábolas que dibujaban las Espadas al cortar cabezas.
Aquel odioso y letal Virus, que muchos denominaban “Política de
Sangre”, había terminado siendo una Epidemia tan mortífera que, el único
remedio capaz de contenerla, era el Acero. Sin importar en cuál de sus formas
se presentase, mientras pudiese conquistar territorios.
Ni tan siquiera allí.
Allí. En su Allí. En ese Allí en el que Kalwa había logrado
regenerarse y encontrarse consigo misma, estaban a salvo.
Ni tan siquiera allí, en Loarre, una de las pocas fortalezas en las
que aún se protegía la Libertad, eran inmunes a los Cánticos de Guerra que el
Viento llevaba tatuado en su Alma de Aire.
No pudieron girar sus Rostros, mirar hacia otro lado, olvidar lo que
había sucedido kilómetros más bajo. Porque Loarre… Loarre ya no era un Refugio
para la Mente y el Corazón. ¿No era Nada? No… Se había vuelto un Gran Todo,
convertido en Estandarte de Esperanza y Revolución. Pues, considerados
Inofensivos, ambos Bandos creyeron que sería sencillo destruir el Epicentro de
la Espiritualidad y, sin embargo, siguiendo los consejos de Sun Tzu, se
apoderaron de Antiguas Palabras Lejanas, “Si conoces a los demás y te conoces a
ti mismo, ni en cien batallas correrás peligro; si no conoces a los demás, pero
te conoces a ti mismo, perderás una batalla y ganarás otra; si no conoces a los
demás ni te conoces a ti mismo, correrás peligro en cada batalla...”, y
resistieron. Y lucharon.
Resistían. Y luchaban.
Loarre se había armado, transformándose en uno de los tres Bastiones
Defensivos que atesoraban los Rebeldes a lo largo de la Península Ibérica.
El Fin había llegado con la Pequeña de Ojos Verdes… Elegido. Eso
habían hecho. Elegir. Habían elegido un nuevo Principio. Y de eso… De eso hacía
ya dos años. Dos años combatiendo contra las dos Facciones que trataban de
imponer su poder en un Trono rescatado del Medievo.
Atontadas por los efectos de la Cerveza de la Taberna del Enano
Verde, la más peligrosa y potente fermentación de cebada de la Sierra de la
Hoya, las pestañas de Kalwa se elevaron con una extrema y pasmosa lentitud, permitiendo
a un pequeño puchero infantil enzarzarse con el sueño que comenzaba a
arremolinarse en sus mejillas. Un rubor aniñado que le restaba años a sus
treinta y dos de los Antiguos Otoños.
Imperceptible, silencioso y rodeado por un halo de misterio innato, Dragan
entró en los aposentos de la Arquera, sin avisar, sin ser llamado, ni esperado.
Cauto, cuidadoso y acostumbrado a no ser visto, disimuló la curvatura divertida
que se había alojado en su rostro al contemplar aquella pelea contra los
efectos etílicos patrocinados por Baco . Un sabor ferroso se instaló en su
paladar, al mismo tiempo que, la herida que se negaba a cicatrizar en su labio
inferior, reabría un feo corte, dotándole de una picardía traviesa.
Poco le importaba al Rastreador el odio ficticio con el que Kalwa
endurecía sus facciones tras sus incursiones, pues tras sus graciosas
expresiones de enfado, siempre terminaban inundado la estancia de risas y
cosquillas que les alejaban de la Realidad que se filtraba entre los muros del
Castillo. Era allí donde quería empezar sus Días. Esperando al Amanecer, fiel
confesor de sus Secretos y Pecados, bajo una pila de mantas convertida en
Refugio.
- Preciosa... Es hora de dormir... ¿Quién sabe qué nos esperará
Mañana?
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Lista De Personajes |
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Capítulo 2 |
Desde aquí quiero agradecerle a David Toscano de La Ropera Producciones su asesoramiento y ayuda a la hora de responder mis dudas, saciar mi Curiosidad y, sin él saberlo, darme muy buenas ideas para el Futuro de mis Letras ;)
Letras de Campanilla totales, ya las echaba yo de menos por estos lares.
ResponderEliminarMe ha encantado esa aparición final de Dragan... ¿qué pasará a partir de ahora? De ese etrar silencioso...
Un besillo y ubienvenida aunque sea de forma esporádica.