Siempre he sido un Gran Ganador en los
Juegos a Dos Manos, a Tres, Cuatro... Hasta completar un indecente
número de Participantes en una Orgía. Un Seductor Nato. Un
Depredador. Un Cazador Nocturno.
Y sí... ¡Joder! ¡Disfruto
acorralando a mis Presas! ¡Auténtico Placer! ¡Aaarg! ¡Morboso!
¡Lascivo! ¡Yeah! ¿Cómo resistirme a ese embriagador aroma que
desprende el cuerpo femenino? Y no... ¡No me digáis que sabéis de
lo que hablo! Porque no. No podéis saberlo. A menos que... ¡Seáis
como yo!
¿Un Cabrón? ¡Vale! ¡Sí! ¡Lo
reconozco! Soy un Cabrón. Demasiado Cabrón. De los que, si eso
fuera una Asignatura en cualquier Facultad, especialmente en la de
Medicina, superaría la Matrícula de Honor con tantas creces, que
deberían hacerme un Monumento al Mejor Alumno de todos los Tiempo.
Y, quizás, se deba a eso. Al Tiempo.
Pero no. No me refería a eso cuando os
comentaba que, para comprender esa sensación que emborracha el Alma
[Risas. Risas. Más Risas.], tendríais que ser como yo.
Soy Leyenda.
[Más Risas.]
Y no. No tan Leyenda como Will Smith en
su película apocalíptica. O... ¡Ja! ¡Tal vez sí! ¡Sí! ¡Joder!
¡Sí soy Leyenda! ¡Yeah! ¡Y de las que acojona!
Dicen que toda Leyenda tiene su base en
la Realidad. Y, lo cierto, es que es verdad. No fuimos creados por la
Mente Perturbada de vuestros Ancestros, porque Nosotros fuimos los
que perturbamos sus Mentes, sus Sueños y sus Noches. Así de
sencillo.
¿Cómo creéis sino que un frikazo
decidió escribir “La Mascarada”? ¿Habéis jugado a ese Rol
Vampiríco? ¿Sí? ¿No? Pues es tan real como tu propia vida, tan
sumamente real que, cuando caminas tras la caída del Sol, no solo te
cruzas con Humanos. Hay mucho más ahí fuera. Licántropos, Hadas,
Elfos, Trolls en su forma más amable, Dragones en cuerpos
infantiles, Brujas que no se venden en las televisiones al mejor
postor y un sinfín de Seres de Luz y Oscuridad que habitan este
Mundo. Y, por supuesto, Nosotros. Los Vampiros.
Sexys Vampiros. De Belleza tan extrema
que hasta los Dioses se sienten cegados por ella.
¡Vale! ¡Joder! ¡Estoy mintiendo! ¡No
todos somos horriblemente hermosos! ¡Algunos son terriblemente
hermosos! Y... Atractivos. Esa es la clave. La Atracción que
ejercemos.
Tengo Poder. Mucho. Demasiado. Inmensas
cantidades de Poder Sobrenatural que paso de describir... ¡Tampoco
quiero parecer un puto egocéntrico! [Nuevas Risas.] ¡Ja! Soy un ser
Despreciable. Me gusta ser Despreciable. Me permite vivir sin
límites, sin remordimientos, sin nada que me ate a los últimos
resquicios de mi Conciencia Humana. ¡Joder! ¡Mienten! Veréis... Se
rumorea, se dice, se cuenta... Que, cuando somos abrazados, perdemos
nuestra Alma, el epicentro de todo Sentimiento y Emoción, y, junto a
ella, se desvanece todo Pensamiento de Culpabilidad, todo Raciocinio
Humano. Pues... ¡Mienten! Más bien... Nuestra Alma se encoge, se
queda enjaulada en algún lugar de nuestro Corazón Muerto, a la
espera de un Soplo de Vida que, en la mayoría de los casos, nunca
llega. No se quiere que llegue, aunque se desee... ¡Hipócritas!
¡Sí! ¡Joder! ¡Todos somos unos putos hipócritas! ¿Cómo cojones
vamos a reconocer que, a escondidas de nosotros mismos, rezamos a un Dios que nos
ignora, rogándole que nos regale ese Aliento que necesitamos?
¡Simple! ¡Somos unos hipócritas! ¡Seres de Oscuridad! ¡Que se
alimentan de Sangre para sobrevivir!
Sobrevivir... Durante los... ¡Dejadme
pensar!
Durante los primeros tres siglos de mi
no-existencia-humana, me dediqué a vivir como un Noble,
comportándome como un Monstruo Depravado, asistiendo a tantas
fiestas, festines y demás celebraciones fijadas en el calendario,
que mis descendencia era tan conocida, que parecía haber salido de
las entrañas del propio Baco. ¡No! ¡Nunca tuve prole! ¡Ni
siquiera vampiríca! Pero perfeccione el arte de ser yo, sin dejar de
serlo. Mismo apellido, distintos nombres y mujeres que eran mis
Esposas, mientras yo fingía ser el más devoto de los Maridos.
Con el resto de mi Tiempo... Añadí un
par de sílabas al vivir, hasta conjurar una nueva palabra:
Sobrevivir.
¡Ja! ¡Joder! ¡Ja!
¿Sabéis esa puñetera frase de que “a
todo Cerdo el llega su San Martín”?
Pues resulta que me he convertido en
Cerdo. Y tengo al más peligroso de los “San Martines” rozándome
el pecho. Persiguiéndome durante el día, mientras no puedo salir de
mi cabaña del bosque. Rondándome por las noches, entre las sábanas
de mi cama. Apoderándose de todo lo que soy.
Miedo.
¡Joder!
Tengo Miedo. Demasiado Miedo. Y me
encantaría poder tragármelo con cada sorbo de Sangre, pero no
puedo. Se me hace bola, junto con los coágulos que acompañan a mi
sagrado alimento.
Tengo Miedo a ser ese Monstruo que soy.
A ser la Oscuridad que siempre he sido. Tengo Miedo a sentir que
estoy viviendo. Que también me estoy muriendo... Porque muero cada
vez que...
¡Soy un puto moñas! ¿Qué le vamos a
hacer? Será que con la vejez, se me está ablandando el tuétano,
que bajo mi carcasa de treintañero, soy más Anciano que nunca.
¡Soy un puto moñas! ¡Sí! ¡Joder!
Y, además, un puto cobarde. ¡Cobarde!
Porque no hay Poder Sobrenatural ni
Supernatural que pueda utilizar para enfrentarme a mi “San Martín”.
Porque no sé si quiero enfrentarme... Porque... Voy a lastimarla...
Al final, sea como sea y pase lo que pase, la dañaré. Y no quiero
hacerlo.
Y tengo dudas... Dudo si debo dejar de
amarla, o si, en realidad, lo que debo a hacer es dejar que se marche
y seguir amándola, pero en secreto, como un Ángel Guardián...
Hasta el fin de sus días, que también supondrá el fin de los míos.
Porque... Todo Soplo de Vida tiene un
inconveniente... Cuando te acaricia, cuando te hincha unos pulmones
que no se oxigenan y sientes el nuevo latir del Corazón, sabes que
jamás se volverá a repetir... Solo una vez. Esa es la mayor de
nuestras condenas. Nuestra Alma Gemela. Esa que no sabemos en qué
vida aparecerá, que solo se disfraza de parche, porque a quién
esperas, aún no puede llegar, porque aún no ha nacido, porque, tal
vez, ya esté muerta... Dicen que las Almas se reencarnan, que, al
final, siempre se enlazan... Pero siendo un Vampiro... Todo cambia...
Pues, al encontrarla, al reconocernos, nos unimos, aunque nos
separen. Nos unimos, aunque el rumbo de nuestra vidas cambie... Nos
unimos...
Y, cuando Ella muera, yo... También me
marcharé. Tras el Soplo de Vida, mi cuerpo sigue siendo el de un
Vampiro, pero mi Alma Humana, quien siempre fui y olvidé, me inunda
por dentro.
Me Ama. Ella me Ama. Porque me lo
susurró anoche, mientras creía que dormía entre sus brazos...
“Te Amo... Te Amo tanto que me
dueles...”
Te Amo. Te Amo tanto que me dueles...
Le respondí en el más puro de los Silencios.
Yo... La Amo tanto... Que..
¡Quiero morir! ¡Quiero envejecer a su
lado! ¡Quiero nieve en mi cabello! ¡Arrugas en el rostro!
Y, por desgracia, para ello... Debo
confesarle mi Secreto.
Voy a confesarle mi Secreto.
Soy un Vampiro.
Ayyyy los vampiros. Esos seres incomprendidos, esos seres del quiero y no puedo. Demasiado romanticismo unidos a esas almas torturadas. Me ha encantado Guapi. Un besillo.
ResponderEliminarAinsss... ¡Sí! Vampiros... ¡Enamorada me encuentro de esos Seres de Oscuridad! Tanto, tanto... Que me da por meterme en su Piel y Confesar todo lo que no saben si deben confesar... Y, de paso, me muero un poco de Amor *-*
EliminarAinss... Me encanta el Vampiro... ¡Y que te encante! ;P
¡Besazos Enormes, María!
Me encanta Campanilla. Y yo soy de los que ha jugado muuuuuchas horas a la Mascarada ;)
ResponderEliminar¡David!
Eliminar¡¡¡Aiiiiiix!!! ¡¡Qué ilu que hayas jugado a "La Mascarada"!! Yo soy un auténtica Trémere... ¡Caldero de Sangre! ¡A tope! Aunque ando muy colada por los LaSombra y los Gangrel *-*
Ummm... Vampiros ;-)
ResponderEliminarUmm... Vampiros... ¡Sep! ¡Yeah! ¡Sexys y Peligrosos Vampiros! *-*
EliminarOhhh vampiros! no sabia que eras aficionada a ellos hada loca!! yo soy un Malkavian desde cada celula de mis huesos orates!! Ya te mostraré algunos relatos que tengo sobre mi PJ Malkavian: Don Diego de Torres y Messia. Weeeeeeee!
ResponderEliminar¡Vampiroooooos!
Eliminar¡Aiiix! ¡Sí! ¡Loquita Gatuna! ¡Soy una Gran Apasionada de estos Malditos Chupopteros! *-*
¡Malkavians! ¡Aiiiix! Siempre me han parecido de lo más complicado de llevar y de ser un gran Roleador... Porque sí... ¡Son la re-leche cuando se les cruza el cable! xDDD
Yo soy Trémere... ¡Caldero de Sangre Power!
Nada más erótico que un mordisco en el cuello, y sentir la succión de su boca carmesí. Uf! Mucha vampiresa por aquí.
ResponderEliminarMiguel Ángel...
EliminarCierto es... Cierto es que no hay nada más erótico que un muerdo fatal en el cuello... Aiiix! Vampiros Salvajes...
Aunque... ¡Yo soy de más de cazarlos! ¡Qué así el choque es más morboso! ;P
Lo volví a leer. Lo sigo amando!!! Besos colmilludos!!!
ResponderEliminar¡Malkavian! Ya sabes que me pueden muy mucho los Vampiros... ¿Por qué será?
Eliminar¡Me encanta taaaanto que lo ames! *-*
¡Besicus!