Y te reías de mis Sueños Locos
Y te reías de mis Promesas de Amor
Querías alimentar al Monstruo
que habita en tu Interior
La Niña se hizo Grande
Se montó en un Gigante
Pieza a Pieza
desarmó al Monstruito que la dañó
Y, ahora, estás deshecho
Destrozado y Maltrecho
¡Pobre Oso de Peluche!
¡Ya no sirves ni de Chuche!
Cantaba esta canción inventada esta mañana, en la ducha... Cuando la estantería del armarito del baño ha revivido, se ha desencajado y ha escupido todos mis esmaltes de colores... Yo creo que el Monstruito se ha sentido ofendido ;P
Vaya con el monstruito. Jijiji. Me ha gustado tu canción inventada. Veo algo más a través de tus letras. Un trasfondo oculto. Un besillo guapa.
ResponderEliminarPon música y te lanzamos al estrellato. EL monstruo que se ofenda si quiere...jaja. Un universo de magia tienes aquí. Besos!!
ResponderEliminarTe imagino cantándole y despedazando a ese osito de peluche, to loca, con mirada feroz y una sonrisa dulce y malévola... Una escena realmente divertida... ¡¡¡Monster's Rock!!!
ResponderEliminar¡Abracis, Campanilla! ;)
¡¡¡Me encantó, Campanilla!!! Gran desquite. Pa' fuera las telarañas. Besos
ResponderEliminarMe da miedo llegar a leer tres veces tu delicioso poema por si el monstruito decide visitarme a mí también y "juega" con mis muebles, ji, ji.
ResponderEliminarSolo tú conoces el verdadero sentido de tu canción inventada, yo solo espero que ta hayas quedado muuuuy agusto después de cantarla :))
Un besito dominguero, Campanilla!!