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Anecdotario De Recuerdos II - Don Juan Ángel Y Los Piratas

No muchos de mis viejos compañeros del Cole, guardan buen recuerdo de Don Juan Ángel. Era un maestro estricto, un poco excéntrico a mi modo de ver, ferviente creyente en Dios, con unas anécdotas de lo más extrañas, que te hacían preguntarte si le faltaba un tornillo, si tenía un "tic raro" en el cerebro o si realmente el Todopoderoso le visitaba durante la madrugada... Fuera como fuese, yo lo llevo guardado en mi Corazón.

Creo que Él me vio... Me vio antes de que muchos pudieran verme, mucho antes de que yo misma pudiera verme.

Recuerdo... Recuerdo que me gustaba dibujar en clase de Ética (De hecho, es una vieja costumbre que sigo arrastrando... Dibujar mientras yo soy la alumna, mientras yo soy la que escucha la lección...), hacía ojos, roscas de colores... ¡Todo lo que se me paseaba por la Mente!

Una mañana cogió mi folio, lleno de garabatos... Su rostro era serio, como si estuviera a punto de regañarme... ¡Y yo sin saber dónde meterme! Lo mostró en alto, observando al resto, todos en silencio... "¿Qué podéis pensar de alguien que dibuja esto?" Más silencio. ¡Por Dior! ¿Dónde esconderse? ¿¡Bajo el pupitre!? Su respuesta... ¡Ay! ¡Su respuesta! "¡Que es alguien muy original!" No sé... Fue... ¡WoW! Me permitió dibujar en clase el resto del curso... A cambio... A cambio solo debía sacar 10 en los exámenes. ¡Y cumplí! ¡Por supuesto que cumplí!

Los Renglones Torcidos De Dios de Torcuato Luca De Tena llegó a mi Colección de Libros Del Alma gracias a Él, durante los años de mi E.S.O. Rómulo, Remo y la Niña Oscilante se han quedado conmigo, aunque el recuerdo de aquel Libro se haya diluido, pues no he querido volver a leerlo, como si, al hacerlo, perdiese esa Esencia Mágica que dejan los momentos que con más cariño atesoramos.

Solía mandarnos redacciones semanales, pues durante cuatro años, fue también nuestro Profesor de Lengua Castellana y Literatura. 300 palabras. Supongo... Supongo que ese fue el inicio de mi Pasión Incondicional por las Letras.

La Diosa Libertad. Cuatro redacciones. 1200 palabras. Una "copia" barata de la Saga de Piratas de Alberto Vázquez-Figueroa

Por casualidad, un día echándole un ojo a la revista de "El Círculo de Lectores", que mi Papá siempre traía a casa y que yo estudiaba y diseccionaba en busca de un nuevo Libro que devorar... León Bocanegra llamó poderosamente mi atención. ¡Maldito Libro! ¡Maldito Capitán Bocanegra! El tercer libro de la saga... ¡Yo, como siempre, nadando a contracorriente! ¡Empezando por el final!

Felación. Fe-la-ción. ¿Qué tiene que ver con esto? Porque no solo aumenté mi "vocabulario piratil", sino que aprendí un poquito de sexo. Felación. Nunca había leído esa palabra antes, me resultaba desconocida y allí estaba, tras huir con Bocanegra de las Minas de Sal del Chad, inciándome en otro Mundo... ;P Si cierro los ojos puedo verlo con claridad... Una cabaña, en una pequeño islote, rodeado por vegetación acuática, en el lago... El Capitán Bocanegra observando a los Fénec del Desierto, con sus túnicas blancas, una tribu esclavista, que le habían robado la Libertad al Marino, tras encallar su navío en la costa africana y pasar de mano en mano, entre beduinos y tuaregs... Aquellas mujeres obligadas a practicar sexo, con la piel teñida de azafrán y... Después... ¡Venganza! ¡Incendio!

Seguí el curso del Níger, hasta llegar a una ciudad muy especial, anti-esclavista, donde Celeste Heredia cumplía un Sueño...

¡Oh! Los Heredia... ¡Qué recuerdos! Me bebí el primer libro con ferocidad y el Mundo de la Piratería llego a mi Vida, acompañándome durante unos años, hasta la llegada al insti (Pues cursé la E.S.O en el Cole) en donde la Fantasía Épica se abrió paso a través de Gandalf El Gris, mote del Counter Strike de un compañero por el que andaba colada, cuyos ojos azules eran... Y esa es otra Historia, para otro momento...

El caso... El caso es que caí rendida  ante el influjo de Jacaré Jack, pero del joven, de aquel que cambió su nombre, Sebastián Heredia, por el de Capitán Pirata, Capitán del Jacaré... ¡Estuve en Port Royal! Y aprendí, entre otras muchas cosas, que los navíos de bandera amarilla tenían la peste...

Tras Piratas, me adentré en el de Negreros y mi Espíritu más Rebelde se retorció en mi interior gracias a Celeste, armador de La Dama de Plata, velero que surcó el océano para salvar esclavos y, tras ello, hundir los barcos que comerciaban con vidas humanas... El recuerdo que más late dentro de mí, es el que se refiere a la crueldad... Esa crueldad protectora y necesaria, obligada, que hacía que las Mamás les cortasen sus manos derechas a su Pequeños, para que no pudieran trabajar y, así los tratantes de esclavos, no les dieran caza...

Y así... Así escribí La Diosa Libertad, donde un bravo Capitán luchaba contra los negreros...

La Navegación caló hondo en mi Corazón... Y tas la pérdida de Jacaré Jack, me crucé con el Capitán Bolitho por casualidad, cuando en un centro comercial encontré Al Mando De Una Corbeta de Alexander Kent. Sin pensarlo, me subí a la Sparrow y allí Richard me enseñó el funcionamiento de la Armada Inglesa... La Saga era amplia y yo, que tengo tendencia a enamorarme de Personajes Rebeldes (Sí... Confieso que mil veces me disfracé de Pirata y besé a Jacaré Jack en mi Imaginación adolescente...) no me pude resistir a su encantos... Y de la Sparrow, tras el ascenso de Bolitho, navegué en la Phalarope... Nunca terminé la colección... ¡Traición! En uno de los libros, Richard sentía mariposas en el estómago por un personaje femenino... ¡Me sentí traicionada! ¿No es absurdo? ¡Ahora que lo pienso me parece tonto!

Piratas, Corsarios, Bucaneros y Filibusteros... Mi Curiosidad por aquellos hombres y mujeres (¡Jopetas! ¡Sus Historias son fascinantes! ¡Mujeres Piratas!) aumentó y empecé a coleccionar libros sobre Piratería... El Olonés y su odio sádico hacia los españoles; Sir Francis Drake (Corsario, no Pirata... ¡Qué no es lo mismo!) y La Cierva Dorada; Las partes del botín que le correspondían a cada miembro de la tripulación, en función de la pérdida de brazos, piernas, ojos...; Su Código de Honor; Los Hermanos de la Costa... Podía citar las partes de un navío, cada uno de los nombres de sus palos; Los tipos de bala de cañón, desde las encadenas hasta las que llevaban metralla dentro... Podía describir a la perfección una batalla naval... Bueno... Supongo que seguiré pudiendo... 

La Piratería ha marcado mi Vida en muchos aspectos, tanto que, el año pasado, en la Festa Da Istoria de Ribadavia (Ourense), a la que voy desde hace años, me transformé en la Capitán Feroz...  

Don Juan Ángel me introdujo el gustillo por las Letras en la piel... A mí, ya me gustaba leer... De hecho, uno de mis mayores tesoros es un pequeño libro de Barco de Vapor, de primeros lectores, El Dragón Color Frambuesa, pero eso... También es otra Historia, para otro momento... Pero Él... Él me permitió conocer Cien Años De Soledad y Macondo, el mundo del medievo gracias a El Señor De Bembibre, me permitía explorar los colores y mi Mundo de Fantasía, dándome Libertad en el aula...

No guardo muy buenos recuerdos del Colegio, regentado por una Congregación de Monjas que nunca supieron responder a las cuestiones que se formaban en mi Cerebro, con esa maldita manía que tengo de cuestionármelo todo... No lo guardo porque no me gustan que me impongan creencias, porque algunas de mis fobias se forjaron entre sus muros y crucifijos. No lo guardo porque ahora soy Maestra y me doy cuenta de que sus métodos no eran los más adecuados... Sin embargo, llevo a Don Juan Ángel conmigo, en la Memoria... 





Comentarios

  1. Me encantó tu amor por la piratería. Todos tenemos un profesor que nos inspira. En mi caso me inspiraron profesores en el cole, pero quien de verdad me llevó a la lectura fue mi madre. Mi casa era una biblioteca, libros por todas partes, en el salón, en el dormitorio, en el baño, i madre los devoraba como si no tuviera tiempo para leerlos todos.Así que ese amor por la lectura me lo inculcó ella, y me regaló mi primer libro Vendrá por el mar, se llamaba, no recuerdo de quien. Era un librito pequeñito de color verde, antiguo, que tampoco me atrevo a volver a leer, no vaya a ser que pierda la magia. Me encantó tu relatillo. Un poco de tu historia. Un besillo guapa.

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  2. Extraordinaria manera de exponer tus recuerdos, un gran maestro para la que seguro es una gran maestra, monjas, crucifijos, y una maravillosa travesía por mares de letras, piratas y corsarios, tras la capa de Gandalf el gris, enamorada de rebeldes con causa y honor marinero... ¡Una lectura fascinante!
    ¡Un abrazo Capitana Feroz!

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  3. Me ha extrañado no leer en tu texto ninguna referencia al libro de piratas por excelencia, "La isla del tesoro", de Robert Louis Stevenson. Ese libro es mágico. Lo tiene todo. Y es de esos libros que lees una y mil veces y te sigue fascinando como la primera vez. Aún así, he de decir que luces muy bien de pirata. ; ) "Ron, ron, ron, la botella de ron..." Jajajaja.
    Un abrazo, Campanilla.

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  4. En el baúl de los recuerdos encontramos de todo un poco, gratos y malos recuerdos. Los de la escuela son, para mí, de los peores, pero siempre aparece la figura de un amigo íntimo o, como en tu caso, de un profesor que, sin querer, ha dejado una huella indeleble porque te enseñó algo. A mí, el gusanillo por la lectura me entró mucho más tarde, con dieciséis años, y fue por inspiración propia, nadie me enseñó a amar la literatura. La revista de El Círculo de Lectores también fue para mí una fuente de lectura y compraba los libros con mis escasos ahorrillos.
    He disfrutado de la lectura de estas líneas y de esos recuerdos.
    Besos.

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